Hay ciertas situaciones que suceden en los 5 Hermanos que me rompen las pelotas. Odio cuando uno entra y te recibe una mina y te pregunta “¿Qué estás buscando?”, y uno, como un ingenuo pelotudo le contesta, “calzoncillos”. Nooo, lo peor que pudiste haber dicho son calzoncillos, porque consecutivamente a que vos hayas dicho eso, se escucha en todo el local y en toda la calle lo siguiente: “Calzoncillos!!!...Adolescente!!!...Marta, el chico busca Calzoncillos!
Y uno piensa en ese preciso momento, “sos una vieja hija de re mil puta, ¿cómo vas a gritar eso?, me querés cagar la vida, me sacaste toda la dignidad que tenía de un solo golpe”. Que feo, es horrible, es una situación de mierda. Vos de a poco vas entrando al local tratando de no llevarte por delante las innumerables prendas de ropa que te invaden el espacio. Finalmente la señora te atiende y te muestra todos los calzoncillos habidos y por a haber, y vos rápidamente elegís unos cuantos y antes de que la mujer suspire algo, vos ya sabes que tenés que decir, “nada más, gracias”. JAJAJA, pobre iluso, ¿vos crees que con eso ya se terminó la compra?, no, para nada, todavía tenés que llegar hasta el fondo del local donde está la caja, y en todo ese trayecto, la mina que te atendió te va a ofrecer para que le compres lo que sea, pero LO QUE SEA.
Te muestra bombachas (¿para que mierda quiero una bombacha?), mallas (en pleno invierno), remeras, camperas, sábanas, frazadas con un tigre horrible, y en todo eso, tal vez vos caes en sus sucias garras y compras tres pares de medias por dos.
Finalmente pagas y tratas de salir de ahí lo más rápido posible, no te importa nada, te llevas puesto las cosas que están ahí, las personas, todo. Llegas a la calle y te querés ir lo mas rápido posible de los 5 Hermanos, tal vez empezás a caminar para otro lado, pero no te importa porque te sentís como si hubieras salido de rendir un final, lo lograste, finalmente lo lograste. Después cuando uno ya esta bien lejos se promete a uno mismo que nunca más, por lo que más sea, va a ir nuevamente a lo 5 Hermanos, aunque te apunten con un arma.
La pregunta es sencilla: ¿Quién no odia los 5 Hermanos?